lunes, 19 de mayo de 2008


La pobreza en el Perú



Los PTC, una alternativa para la superación de la pobreza en el Perú

Existen muchos proyectos que se han venido llevando a cabo y la cantidad de recursos que se invirtieron en ellos. Sin embargo, hay escasa evidencia que permita afirmar que tuvieran éxito en ayudar a disminuir la pobreza. Es más, se han encontrado muchas dificultades para atender a las poblaciones más necesitadas.

Se puede adjudicar el fracaso de estos proyectos a la manera como han sido diseñados e implementados. Ya que estos problemas son comunes a la mayoría de países en vías de desarrollo (principalmente en América Latina) han implementado con relativo éxito un nuevo enfoque en las políticas contra la lucha de la pobreza: los Programas de Transferencias Condicionadas (PTC). Estos programas consisten en la transferencia monetaria a familias en situación de pobreza o pobreza extrema, con la condición de que sigan una estrategia de inversión en el capital humano de la siguiente generación del hogar.

Los PTC tienen como objetivo incrementar el capital humano de los niños de los hogares beneficiarios (a través de mejoras en el nivel de escolaridad, nivel nutricional, nivel de salud), para reducir las posibilidades que sean pobres cuando adultos, de esta forma, se evitaría la reproducción intergeneracional de la pobreza, nos comenta la economista Claudia Miyagusuku. Por otro lado, estos programas buscan reducir la incidencia del trabajo infantil y adolescente.

Los programas pueden reducir la pobreza y pobreza extrema actual ya que significan un incremento en el nivel de ingresos de la familia. Además, pueden servir para ayudar a las familias de bajos ingresos a enfrentar de una mejor manera la eventualidad de shocks adversos, evitando caer en situaciones críticas.

El mecanismo de intervención comienza con comprometer a los beneficiarios a cumplir una meta establecida y solo después recibir la transferencia.

Las primeras evaluaciones realizadas a los PTC implementados han obtenido resultados alentadores. Han producido incrementos en las tasas de matrícula escolar, disminuciones en las tasas de trabajo infantil, mejoras en los indicadores de salud y nutrición y aumento en los niveles de consumo de alimentos de los hogares beneficiarios.

Ante esta evidencia, el Perú decidió implementar un PTC en el país (Programa “Juntos” 2005). En donde su público beneficiario está orientado a familias en situación de pobreza extrema que cuentan con niños menores de 14 años o madres gestantes. El programa entrega un una transferencia directa de 100 Nuevos Soles mensuales a las familiares beneficiarios que a cambio firman un “convenio de participación” que los miembros de la familia han aceptado voluntariamente.

Gracias a la ayuda de la Econ. Miyagusuku el presente estudio tiene como objetivo medir el impacto que tendría un PTC en el Perú, entendiendo como impacto la variación en las variables objetivo del programa. Pero por ser tan extenso el tema, el presente estudio se concentrará en simular el impacto que tendría un PTC con una condicionalidad en educación (se consideran como variables de objetivo la tasa de asistencia escolar y la tasa de participación laboral infantil y adolescente. Asimismo, se simulará un impacto en la población pobre y de pobreza extrema adolescente.

La asistencia escolar

Para el grupo de menores entre 13 y 17 años (que corresponde a la educación secundaria) el indicador de asistencia aunque es respetable (82%) es menor que el grupo de los niños de primaria. Al desagregar los promedios en los ámbitos de Lima Metropolitana, resto urbano y rural, se aprecia una pequeña diferencia entre las zonas urbanas del resto del país y de Lima Metropolitana, así como una considerable brecha en los resultados para el ámbito rural frente a los anteriores.

En las zonas rurales, la población en edad de asistir a la educación primaria alcanza una razonable tasa de asistencia. Sin embargo, la población en edad de asistir a la educación secundaria sí presenta considerables rezagos.

En este momento, es de esperar que la implementación de un PTC dirigido a los estratos de menores ingresos de las zonas rurales permita incrementar la tasa de asistencia escolar de dicho grupo, tanto por retrasar el ingreso al mercado de trabajo de los niños, como por elevar el ingreso monetario del hogar. A mediano plazo, el mayor nivel educativo alcanzado por los niños beneficiarios también influirá sobre las probabilidades de recibir la educación básica completa por parte de los hijos de la siguiente generación.

El trabajo infantil y adolescente en el Perú

La existencia del trabajo infantil y adolescente se asocia intrínsecamente a los bajos niveles de ingresos del hogar, situación que obliga a los niños a complementar el ingreso familiar con su trabajo. En este sentido, el trabajo infantil y adolescente representa un sustituto de la inversión en educación de los niños, lo que acarrea una consecuencia negativa en el nivel de ingresos futuros de los niños e inhibe las externalidades positivas que la educación en dicha generación puede generar hacia la sociedad. Sin embargo, es en la zonas rurales donde se presenta las mayores tasas de participación laboral, en promedio, uno de cada dos niños trabaja.

En este contexto, considerando los efectos negativos que el empleo laboral infantil y adolescente puede ocasionar sobre los niños y sobre la sociedad en su conjunto, la disminución que en estos indicadores podrían causar un PTC sería, cuando menos, positiva. La alta incidencia de la participación laboral, con especial énfasis en las zonas rurales de menores ingresos, constituye evidencia de que existe una necesidad de aquellas familias de tener apoyo adicional para poder garantizar la educación de sus niños.

Como se pudo identificar, existen desigualdades considerables en las tasas de asistencia escolar entre las diversas regiones del país, donde resulta desfavorecido el ámbito rural. Por otra parte, al comparar los indicadores obtenidos para la población de edad de asistir a la educación primaria, frente a la población en edad de asistir a la educación secundaria, se aprecia considerables diferencias en la asistencia. En este sentido, cabe reconocer que la cobertura en educación primaria es alta, pero también que existe un considerable espacio de mejora en la cobertura de la educación secundaria, especialmente en las zonas rurales.

Ya se implementó un programa de este formato “Juntos” en el 2005 pero por la multiplicidad de variables y complejidad se ha optado por simular la intervención de tres PTC alternativos en educación. Que tendría niveles de transferencia parecidos al PTC d otros países y el costo total (por el valor de las transferencias)

La economista Miyagusuku nos explica que es de suma importancia la inversión en educación y salud. Porque si no hay estos dos elementos no se crea una fuerza laboral calificada, todos terminarían siendo obreros. Además, de que sirve tener una fuerza laboral calificada si no tienen un nivel óptimo de salud, por lo que caerán en enfermedades constantemente. Regresando al principio, si un ser humano no es bien alimentando en su niñez no aprende, así que nos encontramos frente a un ciclo vicioso que tenemos que atacar por diversos frentes.

Otro punto que no se ha discutido por ser tema fuera de contexto, pero que es una alternativa más a la erradicación de la pobreza, nos señala la econ. Miyagusuku, es el tema de la descentralización y su ineficiencia. Los gobiernos regionales están accediendo a dinero, ya sea por el canon minero u otros. La falta de gente capacitada es la causa de la carencia de proyectos y el estancamiento del dinero que se recauda. Es necesario que el gobierno central, si bien no debe tomar decisiones por los gobiernos regionales, mande equipos especializados a estas regiones para implementar proyectos de desarrollo.


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